lunes, 18 de mayo de 2009

Gracias Malpaís

Alguna vez alguien me hizo llegar esto, y se que lo hizo del corazon:

Malpaís: ¡Gracias! ¡Si encontrara alguna pista, sería genial! La duda antes de cada concierto, esa incertidumbre latente, ¿Será Presagio?, ¿Será Otro Lugar?... ¡Qué emoción cuando inicia! Nos sacan de la duda sabiendo el norte al cual vamos dirigidos. Sabiendo la emoción de la cual seremos víctimas a solo dos o tres minutos del comienzo. Mis sentidos evocan los más profundos lugares y recuerdos. Puedo visitarlos, estar en ellos. Con solo mis oídos percibir frases pasión, lucha y amor. Ese amor al que se pierde en el viento, el mirar a veces para atrás para saber cuál es esa semilla que germinó. ¿Cómo?, ¿Es tan tarde ya? Con esta ya me despi… Que sensación de satisfacción pero a la vez de desconsuelo de medianoche, desandando las horas, entrando al recuerdo. Quedan frases y energía, vida misma. Navegar las olas de la música, ese amor de ternura del violín. La guitarra y la voz del capitán y timonel, un piano de infinitos matices, evocando nostalgia y alegría. La voz prodiga de una niña que aconseja a una mujer. La energía expresada por dos baterías extasiadas de pasión, y la constancia, ese tiempo que llueve y que pasa, que siempre está ahí: el bajo. El corazón late, sigue palpitando. Toca las memorias del tiempo, de ser aprendices del camino. Prender un cigarro sin comprender el porqué de ser y estar. Las respuestas van y vienen en lo abstracto pero se reflejan en la cálida magia de una canción. ¿Será que vamos o estamos de vuelta? ¿Será que esa luna, alta, alada, árabe nos evoca a los desaires y silencios de la vida? El perfume de un beso de pretil. Pero de pronto, los zapatos en rumbo y de vez en cuando saltan, y la realidad converge en un destino común. Allá donde se levantan los hijos de la siembra, donde el pan de cada día no debe intrigar con soñar despierto. Muy hondo en ese mar el compás de la marea crece y es hora de abordar esos pensamientos profundos, esos sueños. ¡Gracias Malpaís! Mi adolescencia me ha dado la oportunidad de ser a su lado un aprendiz más del camino que trata de cambiar al mundo de mirada. Ese agradecimiento va también para el maestro Goizueta, ese conspirador de oficio con Fidel y todos los demás amigos del tiempo en el Experimental. Y casi a mitad de mayo se despide, pensando en la contradicción de la lluvia y el sol, este frustrado escritor, no sin antes agrade, la atención con que han lei, este simple agradecimien. - Amigo de la vida

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